Sucia lucha

Estoy negado a la belleza. Me causa las menos veces atractivo visual y las que más rechazo mental. Es un estimulo que me provoca discriminación justificada a base de defraudos. Cada vez que veo una cara bonita me pregunto:

¿Qué pensamiento estúpido acarrea su cerebro? ¿En qué la cagará esta vez?
Desde luego me siento más atraído por las mujeres normales y sencillas, que por las que se caracterizan por su belleza. Y más aún cuando esa belleza es lograda por esa “post-producción” que intenta mejorar lo que la genética no pudo hacer bien u ocultar lo que hizo mal, siguiendo los parámetros que las sociedades marcan como correctos en cada década. ¿Por qué son así? ¿Por qué son así las guapas y las feas? ¿Por qué usan ropa negra en vez de hacer gimnasia?

¿Por qué odio el maquillaje y las sortijas? ¿Por qué odio los tacones y collares?
¿Por qué enfermo cuando veo sus modales aprendidos de la biblia de maldades?
¿Por qué odio todo lo que ellas amañan, y en conjunto toda mierda con que engañan?
¿Por qué enfermo cuando cambian las verdades empezando por cambiarse las edades?
¿Por qué venden tales farsas por verdades y aprovechan todas las debilidades?
¿Por qué trepan en las escalas sociales y utilizan cada una de las mil hostilidades?

Lo del hombre y la mujer es una lucha constante de poderes. Pero hay formas y formas de luchar. Lo puedes hacer a la manera inglesa: sucia, pirata y traicionera, o a la alemana: evidente, honorable y directa…

Deja una respuesta