De las pocas cosas que me siguen sorprendiendo en los tiempos que corren, los sacrificios de piezas en el ajedrez son una de ellas. Me parece sencillamente mágico el entregar algo de más valor a cambio de otra cosa de menos valor y que, al final, todo resulte positivo para el que aparentemente saldría poerdiendo con el cambio. De hecho, estoy casi a punto de considerarlo un arte. Si. Sacrificar piezas en el ajedrez creo que es un arte. Aunque claro, también es un vicio que puede llevarte a perder partidas que tenías ganadas. Pero es que es justamente por ese riesgo que es un arte.
Lógicamente, cuando más tiempo disponga nuestro rival para calcular si acepta el sacrificio o no, menos amenazante se volverá el mismo. Por eso es divertido realizarlo en partidas rápidas (5 o 10 minutos por jugador).
Aquí abajo dejo una lista de todas las partidas rápidas que he jugado en chess.com en la que he planteado un sacrificio y he terminado ganando la partida. Hay que tener en cuenta que mis rivales siempre tienen, mas o menos, mi mismo nivel, por lo que cometen más o menos los mismos errores que yo.
El sacrificio de dama de esta partida de abajo me encanta. Aunque esté mal calculado:
En esta de abajo se ve el miedo que provoca el sacrificio y como muchas veces no pensamos bien por ese miedo. Yo le había regalado la dama!:
Esta de abajo es súper bonita: