Llora Casanova

Si habré recorrido caminos,
senderos de luz a la sombra de luna
y montaña rodeada de valle.
Si habré yo viajado en el tiempo
alcanzando destinos en metas lejanas
compuestas de un solo año luz de distancia.
Hoy me siento en el césped y río,
que no hay mente capaz de olvidar lo vivido;
que son muchos dolores sufridos al día
de noches soñadas sin compañía.
Que dan vueltas ideas de amores sin vetas,
pulidos, o sombras de viejos olvidos;
y a la espera del triste final
recupero momentos aún no vividos.
Hoy me acuesto en el césped y sueño
centenares de besos perdidos
apostando un papel de novela
en el triste guión de un Don Juan de carrera.
Y habrá más de ellos, seguro.
Centenas buscando la boca o el cuello perfectos;
la reina o princesa de cuento;
la dama de noche que viva el momento.
Todo parece alejarse, entonces yo también me alejo,
mostrando a la gente los dientes de un lobo estepario
que sufre condena a vivir solitario.
Ya casi no hay dudas, solo deseos, anhelos;
doscientos caminos buscando el consuelo.
Todo termina para volver a empezar
y mientras, todo es pesar.
Pero también soñar.
Soñar que se puede volver a amar
mientras llega el final…

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