Sustancial es entenderlo, dado que no son lo mismo. La fama es esporádica. Se tiene, se pierde y se vuelve a obtener. El prestigio es como más permanente. Se construye y no se pierde con tanta facilidad.
No son lo mismo, por eso puedes ser famoso y no tener prestigio, puedes tener prestigio y que no te conozca nadie más que tu círculo o puedes ser famoso y prestigioso.
Quienes buscan la fama viven para lo que piensan los demás mientras los que obtienen prestigio lo hacen al revés. Es decir, viven para si mismos, y por sus ideas. El querer perfeccionarlas sin importar lo que piensan los demás hace que, colateralmente, se les añada un prestigio del que difícilmente se separarán. Puede que al prestigioso le llegue al mismo tiempo la fama, pero como ésta es esporádica se irá mientras el prestigio permanecerá.
De esta firma parece que fama es estar en boca de todos y prestigio es estar en boca de gente que te admira por lo que haces.
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