¿Con quién deberías tener más cuidado?

¿Con aquel que hace lo imposible por ganar o con aquel al que perder no le defrauda un ápice? Si el primero demuestra tener más capacidad con el cálculo rápido y el segundo parecería no tener capacidad para nada, ¿seguirías pensando igual? En el caso del ajedrez, por poner un ejemplo, si solo se dispone de cinco minutos para pensar, la profundidad del análisis nunca puede ser la misma que el de una partida que dure diez años. Si al que no le importa perder juega una única partida de diez años de duración y el otro juega miles de partidas de cinco minutos, al final de esos diez años cualquier persona inteligente sabría con quien debería tener más cuidado.

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