Da la impresión de que cuánto más te mueves en la cama, menos te puedes dormir. Por lógica, entonces, cuanto no tengas sueño pero necesites dormite deberías quedarte quieto y así, al «disfrutar» el contacto con las sábanas, podrías visitar a Morfeo dado que, aparentemente, al estar más relajado podrás «disfrutar» más el estar acostado.
Lo mismo pasa con el sexo: cuanto más despacio más disfrutarás porque al llegar al orgasmo, o éste es más intenso o lo percibes más. El movimiento rápido e incesante es para los conejos que no tienen la habilidad mental de elegir o de pensar como estimularse más con el mismo acto.
Traslada esto también a darte un automasaje por la cabeza o simplemente a pasarte la mano o el peine por ella. Si te pasas la mano rápido no disfrutarás tanto como si lo haces lento.
Es por todo ello que hoy me levanto creyendo que: a más movimiento, menos placer.
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